Como vimos, el poder es la materialización de los deseos colectivos a través del trabajo para la transformación del entorno en beneficio común. Además de la organización y la colaboración de los miembros de una red, se requiere además de la disposición de recursos los cuales dependen del entorno en el que esté situada la red.
A su vez, la tecnología que se utilice para transformar ese entorno es fundamental para la obtención de recursos. Aquí justamente intervienen tanto la economía como el desarrollo tecnológico lo que dan pie a la organización del trabajo. Y es que el trabajo, como fuerza intelectual y física aplicada a la transformación del entorno natural para la fabricación de bienes o mercancías, es un eje central para la colaboración y el poder, ya que se crea una nueva forma de relación social. El trabajo, al igual que el resto de relaciones, implica la creación de vínculos variables en el tiempo y funcionales en un entorno dado, sujetos a la adaptación en el tiempo.
El vínculo laboral se caracteriza por la estimación del prestigio a partir de la capacidad directiva, formas de organización del trabajo y la tecnología, la eficacia en los programas y la habilidad de obraje. Dependiendo la escala de organización de la red, estas habilidades laborales serán valoradas de forma diferenciada. Aquí la relevancia del trabajo y la tecnología con el poder popular. Entre mayores sean los recursos disponibles y mejor sea la capacidad de aprovechamiento a través de un modo de producción dado, mayor será el poder de quien detente las ganancias surgidas por el trabajo y la tecnología.
En una sociedad esclavista por ejemplo, la tecnología radica en las habilidades de los esclavos para manejar herramientas, pero las ganancias seguirán siendo del amo esclavista. En una sociedad feudal, el amo renta la tierra, las herramientas y las ganancias producidas por el siervo. En una sociedad capitalista, el dueño de la empresa se queda con el plustrabajo producido por el obrero a partir del trabajo realizado no pagado lo que a su vez forma parte de la ganancia que concentra en un modo de producción competitivo, interrelacionado y global.
Sin embargo, cuando la organización del trabajo deja de contar con el consenso y en su lugar establece vínculos a partir de la coerción, el poder comienza a disminuir o desaparecer. Se puede producir sin poder popular, se produce en un sistema de dominación. Cuando esto ocurre la ganancia, los excedentes y el capital tienden a concentrarse en un grupo reducido de personas en cualquier escala de la red. Cuando predomina el establecimiento de relaciones de dominación o de poder, éstas tienden a reproducirse en todos los ámbitos al grado de parecer “naturales” y “perennes” para cualquier miembro de la red al momento de verlas en todas las relaciones que establece en cualquiera de las escalas. No obstante, cualquier modo de producción económica en tanto forma de relación es variable en terminos de estructurar instituciones a partir de las formas de vinculación en menores escalas.
Esto resulta fundamental para describir un sistema social y alejarlo del naturalismo que da por hecho que un tipo de relación social es inherente a la "naturaleza" humana y por tanto, inalterable. Casos como del racismo, esclavismo, machismo o capitalismo que sostienen que la dominación, la violencia, la segregación por tonos de piel, género o la pobreza son naturales.
En suma, la importancia de ladisposición de recursos (trabajo + tecnología + Capital + materias primas / población) para una red es fundamental para el establecimiento de relaciones de poder. A mayor disposición de las mismas mayores serán las realizaciones que el poder popular logre. Sin embargo, cuando se produce entorno a relaciones de dominación la ganancia se concentra y el trabajo del poder popular se suplanta en un grupo reducido de personas o subred.
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